No
vamos a describir los conceptos de “Logia”, “Taller” o “Ideas”; porque estoy
seguro cualquiera podría dar una buena explicación de estas palabras, tan
corrientes para un Masón. Lo más importante es comprender lo primordial a aportar:
conocimientos positivos y necesarios para mantener viva la “Logia”, buena
voluntad y sinceridad para poder trabajar en “Taller”, e inteligencia bien
guiada, para concebir las “Ideas” necesarias para que de verdad seamos obreros
dedicados al “Arte Real”.
Se ha dicho que este
famoso Arte Real al cual deben destinar los hermanos sus esfuerzos; designa el
Saber, el conocimiento y se aproxima de la expresión <<Artes
Liberales>>. Es también el arte de la construcción por excelencia ya que
establecemos el templo, morada de la divinidad, pero es igualmente caracterizar
la investigación alquímica. El Arte Real se ha convertido en el conjunto de los
conocimientos simbólicos contenidos en la enseñanza masónica. El iniciado se
convierte en un Maestro, un Rey. (1)
El Símbolo no puede estar
encerrado en una definición rigurosa de palabras con un cuadro preciso; él debe
ser experimentado por cada uno, como el espejo de lo que poseemos en nosotros;
él es una herramienta que permite de profundizar nuestra búsqueda del
conocimiento. El símbolo no es sagrado en él mismo pero sí por las referencias
que sugiere, él conduce a la sacralización de lo que representa.
El símbolo, expresión de
lo sagrado, es un lenguaje universal, una comunicación espiritual que establece
las relaciones entre todos los seres humanos, de cada época y de todos los
lugares de la tierra; él no es sin embargo ni un signo ni una alegoría que son
nociones materiales o morales y no sagradas. El realiza la armonía entre todas
las contradicciones y satisface todas las diferencias. Verdadera ciencia con
reglas precisas, sus principios emanan del mundo de los arquetipos; rico en
analogías, el une lo que pudiera parecer contradicciones, reduce las
oposiciones; gracias a su visualización y a su representación concreta él
exprime lo que es difícil de decir con palabras al corazón y a la sensibilidad.
Él es la herramienta mayor del Iniciador. (1)
Lo indicado anteriormente ya lo habrán podido oír o lo pueden
recordar, pero me parece que al tratar un tema tan importante como este,
debíamos repasar estos criterios sobre nuestra principal herramienta el
“Símbolo”. Es importante lo que hacemos,
pero así mismo lo es, como lo hacemos, y para qué lo hacemos; nuestras ideas
deben de estar perfectamente ordenadas entre “Belleza” y “Fuerza”, solo podrán
convencer, porque son buenas y necesarias, y son parte de la verdad que todos
los masones buscamos o aspiramos.
Cada uno de los asistentes a una Logia tiene sus aptitudes
particulares, su manera de ver las cosas, de cómo hacerlas, de sentir las
necesidades de sus semejantes y del modo de solucionarlas. La abstracción que
nos dio el uso del símbolo, nos puso en el camino del conocer y descubrir
nuestras habilidades y debilidades; del encontrar como mejorar nuestras virtudes,
para que podamos aspirar, revisando nuestros conocimientos y sentimientos, a
tener ideas superiores que sirvan en ayudar el edificio universal en el cual
todos tengamos cabida en paz y armonía.
Nos
incumbe personalmente a cada iniciado del querer salir del demasiado apego
material, para comprender la finalidad de nuestra Augusta Orden; es nuestro
trabajo como masones que somos, encontrar en el fondo de nuestro corazón los
sentimientos que puedan servir a construir una mejor familia, amigos, hermanos
y sociedad. Cada hermano trae a la Logia sus criterios, revisa el
comportamiento de sus hermanos, aspira a algo mejor, tanto para él, como para
los demás, y por medio del ejemplo y la palabra, debe enseñar ideales
constructivos diferentes a los existentes.
Cómo
dejar de hablar sobre la calidad de estas ideas, cuando decimos: Logia “Taller
de Ideas”; no es solo, el revisar su forma de comparación, en ver cuáles son
los mejores conceptos, sino en encontrar las más verdaderas y constructivas, y
que además sean las más necesarias y prioritarias.
Cuando
a Logia se trae un trabajo, al autor es a quien mejor se le graba en mente y
corazón, los conceptos emitidos; por eso es tan importante para cada uno de
nosotros, el cumplir con estas tareas. Las mesas redondas permiten oír a los
diferentes criterios sobre el o los temas tratados, aun él que permanece
callado aprende; el sistema funciona a maravilla cuando prestamos la atención
debida con nuestra alma y espíritu.
El
ritual nos ayuda a entender el orden interno que necesitamos imponernos, como
lograr que nuestras ideas y actos sean equilibrados, todo el simbolismo nos
auxilia para la comprensión mental y sentimental, de lo constructivas que
tienen que ser nuestras ideas. La
Logia, la Masonería, el hacer nuestras labores desinteresadamente AL\G\D\G\A\D\U\,
nos conduce despacio pero sin pausas, hacia un estado razonado, lógico y
estético en pensamientos, sentimientos y actos.
La
Logia como “Taller de Ideas” es valiosa en sus discusiones y comparaciones de
criterios en los temas tratados; así mismo ese taller se lleva a cabo en
nuestra mente, y usamos nuestra conciencia para saber lo bueno y lo malo de
nuestras ideas y acciones. Es un continuo “Tallar” para limar las asperezas que
nos limitan, en obtener parte de la verdad, que los Masones buscamos con
sincero ahínco.
Las
virtudes que discutimos por medio de esos “Talleres”, poco se estudian
profanamente, pero son exigidas a los Francmasones, para que podamos soportar,
primero a nuestros Hermanos y luego a nuestros semejantes, para así
posteriormente, estar preparado en el servicio de la sociedad. ¿De qué sirve sí queremos ayudar, y no
estamos preparados para ello?
(1)
Gran Enciclopedia
Masónica de los Símbolos.
Elaborado por :
Jean-Jacques Brun Ch. - M\M\
Or\
Puerto Ordaz, 16 de Julio del 2002 (e\v\)
Revisado
y Editado por:
Q.·.H.·. Ernesto
Velásquez, 2° Vig.·. período 2014-2015.
Or.·.Pto La Cruz, 13 de Diciembre del 2014
(e.·.v.·.)
Resp.·.Log.·.
Luz del Caribe Nº 44.
Anzoátegui.
Venezuela.
ernesto.e.velasquez@gmail.com