La Moral que propone la Masonería se fundamenta
en los principios Éticos Universales. Una Moral que transforme al Ser Humano
haciendo que sea más amoroso, más fraterno, más ecuánime, más respetuoso, que
atienda más a la dignidad y a la solidaridad.
Moral personal y familiar,
del comportamiento ciudadano que se propone a los demás a partir de unas
referencias propias, que parten del ejemplo para que haya una posibilidad de
irradiación hacia los demás. Porque si quien predica no práctica, si quien
enseña no da ejemplo, aquello va al precipicio. Es necesario reflejar en el
comportamiento lo que sentimos. Los que aspiran a incorporarse al mundo con una
doctrina de acción social para transformar la sociedad desde la perspectiva de
la acción política, de la acción comunitaria, de la acción sindical, deberían
siempre, en esta visión ética que propone la Masonería ,
autoexaminarse.
Una vieja enseñanza de
Oriente, así nos lo revela:
Una
vez, un hombre se animó mucho en la vieja China, quería producir una transformación,
un cambio en su País, producir una inmensa revolución, un cambio social, y fue
a pedir consejo a un antiguo Maestro Budista. Cuando le anunció su propuesta el
Maestro, en muy pocas palabras, le dijo: “¿Piensas transformar tu País? Eso me
parece que es demasiado. Anda a tu casa, medita y después vuelve”.
El
discípulo fue a su casa, meditó y volvió. Y dijo: “Maestro, es verdad,
pretender transformar China, inmenso país, es demasiado. Me voy a limitar a mi
ciudad. La ciudad donde nací, la que yo conozco, donde he transitado por sus calles,
donde jugué cuando niño”. Y, cuando esperaba aprobación del Maestro, éste dijo:
“Eso es mucho; vete a tu casa, medita y después vuelves.” Así lo hizo. Fue,
meditó y volvió.
Cuando
volvió dijo: “Maestro, tenías razón como siempre ¿cómo voy a transformar esta
ciudad enorme? Eso no es posible, debo comenzar por transformar mi familia, la
que procreé, mi entorno diario, la que está conmigo cada día. Eso puedo
transformarlo”. Y, para su sorpresa, el Maestro le dijo: “Eso es mucho,
regresa, medita y piensa...!”
Cuando
así lo hizo, encontró finalmente la iluminación. Volvió ante el Maestro y le
dijo: “Ahora sí Maestro, ahora entendí. Debo transformarme antes a mí mismo”. Y
el Maestro le dijo: “Ahora sí, ahora sí discípulo. Comienza a hacerlo, y te
darás cuenta además de que el día que lo logres, habrás transformado también a
tu País.”
Porque solo es posible la
reforma social a través de la reforma moral. Cuando se invierten los términos de
esa ecuación, conforme han pretendido diversas doctrinas en el mundo antes de
ahora, esos hombres, que no se transformaron interiormente, pretendieron desde
las superestructuras transformar una sociedad en la cual ellos no daban ejemplo
de su propio cambio. La Doctrina Masónica es una convocatoria y una invitación
a que cada uno por su camino encuentre la vía de su propia transformación.
Elaborado por :
Jon Aizpúrua Esnal. - M\M\
Or\ Caracas,
Noviembre del 2015 (e.·.v.·.)
Revisado
y Editado por:
Q.·.H.·. Alejandro
Vielma Graffe V.·.M.·. período 2014-2015.
Or.·.Pto La Cruz, 10 de Noviembre del 2015
(e.·.v.·.)
Resp.·.Log.·.
Luz del Caribe Nº 44.
Anzoátegui.
Venezuela.
vielmagraffe@gmail.com
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