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viernes, 18 de febrero de 2011

Qué Ofrece la Masonería a los que se Inician en Ella.?

Qué Ofrece la Masonería a los que se Inician en Ella.?
   La Masonería no ofrece nada a quienes osan tocar a sus puertas y logran ingresar, pero si le exige todo a quién entra en ella…” así dice una de las consejas más arraigadas que impera dentro de la Orden Masónica, no sólo aquí en Venezuela, sino, en la Masonería Universal.
   Y aún cuando nada ofrece a los que buscan ingresar a ella, una vez cruzado el umbral, los masones encuentran mucho más de lo que pudieron haber pensado que conseguirían antes de franquear sus puertas y encontrase dentro del Templo. Realmente, lo que se consigue es una vida diferente, una vida total y absolutamente distinta a la que llevaba como un caballero profano, ya que después de haber pasado por la Iniciación Masónica, el hermano se ve obligado a cambiar totalmente su forma de ver y vivir la vida, pero esto es por conciencia, por necesidad propia, no por imposición externa. Porque siendo él un Iniciado, es por consiguiente un “Hombre Libre y de Buenas Costumbres”, y ya que, la Masonería es “El estudio de las Ciencias y la práctica de las Virtudes…”, y habiéndose comprometido a cumplir fielmente los Principios Masónicos; el nuevo hermano tiene que cumplir con la practica constante de los más altos valores morales y éticos, y cumplir con los demás requisitos que harán de él un verdadero Masón. Tiene el deber de estudiarse a si mismo, y ha de practicar las virtudes, porque solamente con esa combinación le hará libre de las cadenas que le imponen los vicios y las pasiones al resto de la humanidad. Solamente así podrá ser reconocido como un digno Masón, y un Iniciado Real.
   La Masonería, como escuela iniciática y medio de perfeccionamiento, no ofrece nada a nadie, pero aquel que llegue a poner en práctica sus nobles principios, verá, repentinamente, que se encuentra en un oasis ubicado en medio del caos de la vida actual, de las ambiciones personales, del egoísmo, de la violencia inclemente. Porque eso es lo que ofrece la Masonería a todo aquel que llegue a ella con un corazón abierto y en actitud receptiva: “…una grata y refrescante sombra en medio del sol abrazante de los deseos materiales y animales…”
   Por qué motivo la Masonería le exige todo a sus miembros..? Pues porque para poder alcanzar la meta mas elevada es imprescindible darlo todo, es inevitable que exista una entrega total. El precio que debemos de pagar por cualquier cosa que deseemos adquirir, tiene que ir de acuerdo al bien que estamos adquiriendo, y como lo que buscamos en la Masonería es el bien más elevado, el pago tendrá que ser el pago máximo.
   Hay que hacer el mayor esfuerzo, y cuando mayor sea este, mayores han de ser los frutos que hemos de cosechar. Es nuestra acción la que determine la cuantía y el valor de los que hemos de recibir, aunque no estemos esperando nada a cambio, en la Masonería el hombre consigue lo que no consigue en ninguna otra parte: Elevarse por encima de las supersticiones, los vicios, el fanatismo y la ciega obediencia a los dogmas que tanto daño le han hecho a la Humanidad.
Escrito tomado del Libro “Breve Introducción a la Masonería” del Q.·.H.·. Federico Landaeta.

Ernesto Eloy Velásquez Rodríguez. M.·.M.·.
Resp.·.Log.·. Luz del Caribe Nº 44. Or.·. Pto. La Cruz.
Anzoátegui. Venezuela.
10/02/2011.

Porqué Tocar las Puertas de un Templo Masónico.?

Porqué Tocar las Puertas de un Templo Masónico.?
   Muchos llegan por simple curiosidad, por el simple deseo de escudriñar en las Logias Masónicas y buscar el fulano “secreto” que en ellas se encierran. Pero no se piense que ese incontrolable deseo de curiosidad sobre ciertas cosas y averiguar sobre otras tantas, está única y exclusivamente ligado a lo que lo normalmente se piensa: que no hay honestidad y sinceridad en la búsqueda, y sólo se busca espiar. Porque, particularmente, pienso que gracias a esa capacidad que tiene el hombre de tratar de encontrar algo, de tratar de averiguar lo que desconoce, que muchos grandes descubrimientos han podido lograrse para bien de la humanidad. La curiosidad es un buen síntoma en el hombre, ya que sin ella jamás buscará conocer lo que ignora. Sería, inclusive, deseable que ese deseo se despertara en todas las personas para que un día todos los habitantes de este planeta sean sabios y se conozcan mejor a sí mismo, al prójimo y a su Creador. Este tipo de personas, si logran controlar sus ímpetus desordenados, suelen hacer grandes progresos dentro de la Masonería, ya que su sed continua de buscar conocimiento le va haciendo adelantar progresivamente dentro de la Orden.
   También tocan a las puertas del Templo los que, sabiendo que los masones son gente unida y fraternal, piensan que pueden sacar algún provecho material, alguna influencia o incluso buenos contratos o negocios, vendiéndoles a los hermanos cualquier cosa. Esos suelen apartarse más rápidamente que los demás cuando se dan cuenta de que este no es precisamente el mejor lugar para hacer negocios ni para engañar. Luego tenemos a aquellos que siente un honesto y ardiente deseo por superarse, por elevarse espiritualmente y revelar los secretos que están ocultos a la gente común y superficial. Estos honestos y ardientes investigadores, son los verdaderos místicos que cruzan el umbral del Templo y no se quedan en la simple Iniciación Simbólica, sino que siguen y siguen, incansablemente, hasta lograr la Iniciación Real que los pone en contacto directo con la Luz Verdadera de la Sabiduría. Estos son los que no escatiman ningún esfuerzo con tal de: “…vencer sus pasiones, someter su voluntad y hacer progresos dentro de la Masonería”. Estos son los que llegan a vivenciar lo que significa ser virtuosos, los que llevan dignamente el nombre de Masón.
   Pero, sea cual sea la razón que lleva al hombre a tocar las puertas del Templo Externo, del Templo Físico, si, una vez que le son abiertas y se convierte en hermano, busca con sinceridad en las profundidades de su propio ser, no solamente la razón de su existencia, sino, el porqué llevar una vida adornada con las más dulces Virtudes y signada por el estudio de las Ciencias que le revela al hombre su “Origen Divino”; con toda seguridad, que las puertas del Templo Interior le serán abiertas de par en par para que penetre en su verdadero “Santuario de la Sabiduría Divina y Universal”, y eleve se espíritu a los más altos niveles de amor por la Humanidad y por su Creador.
Escrito tomado del Libro “Breve Introducción a la Masonería” del Q.·.H.·. Federico Landaeta.

Ernesto Eloy Velásquez Rodríguez. M.·.M.·.
Resp.·.Log.·. Luz del Caribe Nº 44. Or.·. Pto. La Cruz.
Anzoátegui. Venezuela.
10/02/2011.


miércoles, 16 de febrero de 2011

Comparte tu Maiz

COMPARTE TU MAIZ

Autor Desconocido

 En cierta ocasión un reportero le preguntó a un agricultor si podía divulgar el secreto de su maíz, que ganaba el concurso al mejor producto, año tras año. El agricultor confesó que se debía a que compartía su semilla con los vecinos.

 —"¿Por qué comparte su mejor semilla de maíz con sus vecinos, si usted también entra al mismo concurso año tras año?" preguntó el reportero.

—"Verá usted, señor," dijo el agricultor.  "El viento lleva el polen del maíz maduro, de un sembradío a otro. Si mis vecinos cultivaran un maíz de calidad inferior, la polinización cruzada degradaría constantemente la calidad del mío. Si voy a sembrar buen maíz debo ayudar a que mi vecino también lo haga".

 Lo mismo es con otras situaciones de nuestra vida. Quienes quieran lograr el éxito deben ayudar a que sus vecinos también tengan éxito. Quienes decidan vivir bien, deben ayudar a que los demás vivan bien, porque el valor de una vida se mide por las vidas que toca. Y quienes optan por ser felices, deben ayudar a que otros encuentren la felicidad, porque el bienestar de cada uno se halla unido al bienestar de todos.

Que el G:.A:.D:.U:. les conceda la gracia del éxito en sus vidas compartiendo lo que les da.


viernes, 11 de febrero de 2011

Orígenes de la Masonería

Orígenes de la Masonería.
        Nadie sabe a ciencia cierta cuándo y dónde se inició la Masonería. La tradición afirma que la antigua Masonería se inició en Egipto, entre los maestros y arquitectos que dirigían la construcción de las grandes Pirámides. Otros ubican sus orígenes en Israel, en la época en que los judíos construían el Templo de Salomón, dado el recurrente simbolismo alusivo en las logias actuales. El primer indicio de su existencia, sin embargo, aparece en el siglo XIII, cuando grupo de albañiles (en francés, maçons) que querían emanciparse de la tutela de los frailes, en especial los benedictinos, constituyeron gremios que llegaron a monopolizar la construcción. Para conservar los secretos y las técnicas del gótico instituyeron tres grados: aprendiz, compañero y maestro e implantaron ceremonias de iniciación y de fidelidad.
        La historia de la Francmasonería está sumida en las brumas del pasado de la humanidad. Se pueden, de todos modos, reconocer dos raíces: una esotérica, que viene de los antiguos misterios iniciáticos egipcios y griegos, y otra pragmática que nos llega de los masones operativos, es decir de los constructores de las grandes catedrales de la Edad Media (Siglos V-XV).
        Cerca del sitio de cada construcción se erigía una pequeña casa provisoria que servía de lugar de trabajo para trazar los planos y realizar las tareas administrativas y, también, para que los obreros vivieran allí. Esas casas se llamaban logias, nombre que se ha mantenido y designa ahora el lugar de reunión y, también, al conjunto de sus miembros.
        El Renacimiento (Siglos XV y XVI) y la Ilustración (Siglo XVIII) con la difusión del conocimiento que conllevó la invención de la imprenta, atrajo a la seguridad de las logias a artistas, filósofos, hombres de ciencia, literatos, militares y nobles que apreciaban su espíritu de tolerancia y evadían las persecuciones inherentes a las guerras religiosas. Con el correr del tiempo, esos miembros aceptados formaron mayoría.
        El 24 de junio de 1717, cuando se celebraba el día del solsticio de verano, en el hemisferio norte, el día más largo del año, de mayor luz, cuatro logias londinenses de masones formaron una Gran Logia, la primera agrupación masónica del mundo y madre de todas las demás. Actualmente se llama la Gran Logia Unidad de Inglaterra.
        La nueva Masonería de Inglaterra dejó de ser operativa, porque no trabajaba directamente en la construcción y pasó a ser simbólica, ya que se ocupaba de la formación espiritual del hombre. De Inglaterra se extendió por el continente europeo y, después, por todo el mundo.
        Al conjunto se le llamó Gran Logia de Inglaterra y se adoptó el nombre de francmasonería ( de franç., que quiere decir “libre”). En 1786 Federico de Prusia reorganizó las órdenes masónicas, las reunificó, reglamentó su funcionamiento, su liturgia y estructuró sus grados. Desde esas fechas la fraternidad, dividida en diversos ritos como el escocés, el yorkino, el francés, el egipcio, el templario y el nacional mexicano, se ha extendido por los 5 continentes y actualmente se encuentra presente en más de 200 países, agrupando entre sus filas a varias decenas de millones de masones.
Escrito tomado de la página web oficial de la Muy Resp.·. Gran Log.·. de la República de Venezuela.

Ernesto Eloy Velásquez Rodríguez. M.·.M.·.
Resp.·.Log.·. Luz del Caribe Nº 44. Or.·. Pto. La Cruz.
Anzoátegui. Venezuela.
10/02/2011.